Los hombres del Andalucía-Cajasur le han cogido la medida a la Vuelta a Castilla y León. Si ayer era José Luis Carrasco el que se metía en la escapada buena, hoy le ha sido su compañero Luis Pérez Romero el que ha estado en la fuga.
El corredor del conjunto andaluz abandonaba la disciplina del grupo aproximadamente en el kilómetro 37 de carrera junto con Iván Gilmartín del Viña Magna y Adrián Palomares del Fuerteventura Canarias. Una fuga que costaba mucho que hiciera, aunque no por la insistencia de los corredores. Nada más darse el banderazo de salida comenzaban los ataques. Uno de los que lo intentaba en estos primeros kilómetros de etapa era el corredor del Andalucía-Cajasur, Jesús Rosendo, pero sin fortuna.
Una vez consolidada la escapada, el trío cabecero llegaba a tener una ventaja de 3’10’’ a falta de algo menos de 43 kilómetros para la línea de meta. En el paquete, controlando que los fugados no cogieran mucha ventaja para ser cazados justo en el momento idóneo para los sprinters, ocupaban la cabeza los corredores del líder, Vladimir Karpets, del Caisse d’Epargne, del Benfica y del Euskatel Euskadi. A unos 10 kilómetros para la meta se unía el equipo Saunier Duval a las labores de caza.
Al paso por la localidad de Zaratán, a unos 4 kilómetros para el final de la etapa, saltaba del grupo el corredor del Grupo Nicolás Mateos, Eloy Teruel, que daba alcance a los tres de cabeza un kilómetro antes de ser neutralizados por el grupo, a 2 del final.
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